

jueves, 30 de octubre de 2014
Bonus: Enemistades de Bill Gates y Steve Jobs.
Desde los inicios de su relación, Jobs y Gates se definieron por sus temperamentos disimiles que los ubicaron en lados opuestos del camino. El primero era un perfeccionista por excelencia, carismático -al menos en público- y exigente, pero con la capacidad de convertir la tecnología en algo sencillo de aprovechar, útil y encantador para el usuario; el segundo era mucho más analítico, pragmático y tenía una gran facilidad para la programación. La historia comenzó cuando Jobs le pidió a Gates que Microsoft realizará una versión de BASIC, lenguaje de programación de software, para el computador Macintosh, que por ese entonces estaba desarrollando junto con su socio Steve Wozniak. Gates aceptó la tarea y además dispuso versiones gráficas de Excel y Word. Steve Jobs quedó impresionado por Excel y decidió concretar un pacto secreto con Gates. “Si Microsoft se comprometía a producir este programa en exclusiva para el Macintosh durante dos años y a no hacer una versión para los PC de IBM, entonces Jobs detendría al equipo que tenía trabajando en una versión de BASIC para el Macintosh y adquiriría una licencia indefinida para utilizar el lenguaje de programación de Microsoft”. La relación entre los genios de la informática parecía ir viento en popa. Sin embargo, un mal cálculo acabó con los buenos términos. El acuerdo entre Jobs y Gates determinaba que Microsoft no produciría ningún tipo de software gráfico hasta un año después de que el Macintosh saliera al mercado, en enero de 1983. Sin embargo, el debut del Macintosh tardó un año más de lo esperado y Gates, sin clausula alguna que lo retuviera, comenzó a desarrollar un nuevo sistema operativo para los OC de IBM, es decir, la primera versión de Windows. La reacción de Jobs no se hizo esperar. Se reunió con Bill Gates y le recriminó por lo que consideraba una traición de su parte. Andy Hertzfeld, miembro del equipo original de Macintosh, presenció aquel encuentro épico en el que Jobs se dedicó a gritar y Gates se limitó a escuchar. La pelea incluso llegó a estrados judiciales con la demanda que interpuso Apple contra Microsoft por supuestamente copiar la interface del Mac y la que posteriormente interpuso Microsoft contra la empresa de la manzana acusándola de engañar al público con la distribución de vídeos que mostraban problemas del programa Video for Windows.
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